Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador del Constantinopla y prometiendo bajo su responsabilidad que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión. Sin embargo, Benjamín declaró que él no podía cumplir tal condición y, no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.
VUELVE Y JUEGA EL CALENDARIO INTERRELIGIOSO DE ALMERÍA
-
El obispón de Almería (España) Antonio Gómez Cantero publicó por tercer año
consecutivo el calendario “¿litúrgico?” de su diócesis, incluyendo fiestas prote...
Hace 8 horas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario